Monacato Agustiniano
San
Agustín, fue colocado como el iniciador de la vida monástica en la Iglesia del
África Romana, tras su regreso a Tagaste en el año 388. Pero esto fue puesto en
duda, cuando se presentaron datos sobre la presencia de monjes en las comunidades
cristianas del África, antes del regreso de san Agustín.
Probablemente
en la Iglesia norteafricana el ascetismo preparó el nacimiento del monacato.
Tertuliano y Cipriano, en el siglo III dirigieron por el camino de la ascética
cristiana a un gran número de fieles.
La
Vocación de san Agustín
Nació
en Tagaste (hoy Argelia), en el año 354. Es muy recordado el dato que durante
su juventud se dejó arrastrar por las pasiones. Sus estudios los realizó en
Cartago y desempaño su labor como docente en Tagaste, Milan y Roma. Durante su
estancia en Cartago, tuvo un hijo al que nombro, Adeodato. En Milán conoció el
cristianismo al cual se convirtió.
La
ciudad de Milán, fue para san Agustín, el lugar donde experimentó el deseo de
elevarse a una vida moral más pura. La lectura de la vida de san Antonio,
escrita por san Atanasio, influyó en su conversión.
En
su casa de campo de Casiciaco, surgió en san Agustín el ideal de: la concordia
amada en común. Dios y el alma, la interioridad, conocimiento de sí mismo, de
Dios y de la misión entre los demás.
Después
de su conversión y antes de su regresó a
la África visita un monasterio en Milán. Y en el año 388 conoció otros monasterios
romanos, de los que retomó algunos elementos para la fundación de sus
monasterios.
Si
primera vivencia en comunidad fue la casa paterna, que san Agustín transformó en
una especie de monasterio. Y ahí permaneciódurante tres años (388-391), junto
con unos amigos con los cuales practicó la oración, el ayuno, el estudio y la
enseñanza.
En
el año 391 en Hipona, san Agustín fue ordenado sacerdote. Con esta nueva
responsabilidad su vida cambio de dirección, pero no cedió en su empeño de ser
monje. Valerio obispo de Hipona, le proporciono los medios para que fundara un
monasterio junto a la Iglesia catedral de esta ciudad.
La
ordenación sacerdotal, modifico en cierto modo la vida monástica que el
pretendía en Tagaste. Situación que provoco que su monasterio se transformara
en un especie de seminario, del cual salieron varios obispos y presbíteros para
las diferentes iglesias del norte de África.
Tras
la muerte de Valerio en el 396. San Agustín le sucedió en la silla episcopal de
Hipona.
Fuente: Jesús A. Gomez, cmf, Historia de la vida religiosa, Vol. I,
Publicaciones Claretianas, España, 1987, pp. 323-331.
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