La aportación de los monjes a la cultura: su
influencia en la educación y la arquitectura como medio de catequización
1.
Introducción
Este trabajo tiene como objetivo
rescatar algunas de las aportaciones más representativas que han realizado los
monjes en la literatura tanto religiosa, como en la filosófica, además de su
manifestación en el arte y en las grandes y bellas construcciones como los
monasterios o las Iglesias que se erigieron.
“Todos los historiadores, incluso
los más críticos con la Iglesia y sus instituciones, están acordes en resaltar
la importancia decisiva de los monjes para la formación y educación de Europa”.
Aunque ha habido quienes no están de
acuerdo con esta afirmación, sí nos remontamos a ese periodo podremos descubrir
que la contribución que los monjes realizan a la cultura es realmente
importante.
“El genial escritor romántico
Chateaubriand, queriendo defender a la Iglesia de la acusaciones de
oscurantismo propagadas contra ella por los filósofos ilustrados del siglo
XVIII, evocaba la labor cultural de los monasterios medievales, calificándolos
de fortalezas donde se guareció la cultura”.
2. Las
primeros centros educativos
Los monjes que inicialmente se
marginaron de la cultura, poco a poco se convirtieron no sólo en
evangelizadores, sino también en maestros y educadores de la Europa medieval.
San
Benito, fue uno de los primeros en compaginar a la vida del monje el estudio,
pues entendió que las letras no son contrarias a la religión, sino que más bien
la favorecen. Así sus seguidores ya no sólo se dedicarán a la contemplación,
sino que además de las labores manuales, también se cultivará la inteligencia.
San
Basilio, es otro de los grandes personajes en el campo de la cultura, pues fue
él, quien fundó la primera escuela monástica, la cual tenía un doble fin: ser
centro de cultura, y semillero vocacional.
Los
tesoros de la cultura antigua (autores griegos y latinos considerados profanos)
no pueden quedar ocultos a los cristianos, pensaba, san Agustín. Él y sus
monjes se convirtieron en grandes promotores de la cultura, formando a
cristianos capaces de dar razón de su fe, mas no sumergidos en el fango de la
ignorancia.
San
Jerónimo, no fue sólo uno de los máximos representantes del ascetismo corporal,
sino que a esta purificación física, agregó el elemento del estudio. Pues
mientras las mortificaciones para el cuerpo eran estrictas, para el intelecto
no lo eran, sino que al contrario el estudio era abundante.
Estos
primeros monjes, progresivamente pasaron del mero diálogo con la cultura a la
creación de cultura, convirtiéndose así muchos de ellos en verdaderas lumbreras.
Pero
el hecho de que los monjes se preparan no era por el mero hecho de adquirir
conocimientos, ni para discutir en torno a grandes temas frente a otros
eruditos, sino que la educación era un medio útil para una mejor vivencia de su
fe, para comprender un poco mejor los grandes misterios de Dios y desarrollar
mejor su misión evangelizadora. “El hombre no cultiva su inteligencia por el
mero placer de su realización personal, sino para comprender la Palabra de
Dios”.
3. Los
templos medios de catequización
El término románico, como concepto
que define un estilo artístico, lo utilizó Charles de Gerville por primera vez
en 1820 considerando con este término todo el arte que se realiza anterior al
estilo gótico desde la caída del Imperio romano; y por analogía al término ya
conocido de lenguas románicas, el arte románico sucedía al arte antiguo tal y
como las lenguas románicas eran las sucesoras del latín.
El arte románico fue sobre todo un
arte religioso, que reflejaba los valores de la nueva sociedad feudal, que a la
vez era guerrera y cristiana.
Características
del arte románico:
Este tipo de construcciones tenían
como finalidad primordial crear un ambiente adecuado para el devoto a fin de
que este encontrará en estos lugares un sobrecogimiento del alma.
El número de analfabetas en este
período era alto, la educación era un privilegio; por lo que muy pocas personas
sabían leer, frente a esta carencia los templos se convirtieron en un medio de
enseñanza, de catequización.
Los templos y los monasterios como:
el de St. María de Ripoll, la Anunciada Urueña, son algunas de las construcciones
arquitectónicas donde se puede contemplar el arte románico, aunque también se
puede apreciar en las murallas y castillos como el de la Puerta de St. Vicente
de Ávila.
Los elementos arquitectónicos de las
Iglesias tienen siempre un significado religioso:
ü La planta es de cruz latina y representa a
Cristo crucificado.
ü Los sillares a los fieles cristianos unidos
por la caridad.
ü Los soportes representan a los apóstoles.
ü La bóveda representa el cielo.
ü Predominio del porte macizo, la rigidez, la
horizontalidad y la oscuridad interior.
Y así la evangelización, la religión ya no estaba restringida a un solo
sector, sino que ahora los fieles a través de esculturas que se encontraban en
los templos y por las características de los mismos, eran capaces de comprender
mejor las enseñanzas religiosas.
4.
Conclusión
Como podemos ver, los monjes si han colaborado en el desarrollo de la cultura,
con la promoción de la educación, creando centros de enseñanza o incorporando a
sus monasterios el cultivo del intelecto. Enseñanza que también se amplió a los
incultos, pues gracias a las construcciones de las iglesias y sus esculturas más fieles pudieron acceder al conocimiento y
a la comprensión de la fe.